miércoles, 8 de enero de 2014

Un líder campesino contra un junior metrosexual




La dimisión del Diputado Local Jesús Alejo Orantes Ruiz, al cargo de Coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRI en la presente LXV Legislatura, obedece más a una postura firme del congresista de no prestarse a los intereses personales de Roberto Albores Gleason, Senador y Presidente del Comité Directivo Estatal de dicho partido, quien cabildeó con el resto de los diputado priistas la aprobación de la cuenta pública del gobierno anterior que dejo al estado de Chiapas en bancarrota, que a como lo dio a conocer esta bancada de que fue un consenso general y que manifestaron en una carta dirigida a la presidencia del Congreso del Estado, con fecha martes 12 de noviembre, “su apoyo total para que el diputado Roberto Aquiles asuma la coordinación y dirija en adelante los trabajos que vienen desempeñando para mejorar la calidad de vida de los chiapanecos”; en este sentido, el diputado cañero se fue porque quiso y no fue defenestrado como lo quieren hacer saber a la opinión pública.
Y es que las discrepancias suscitadas entre Orantes Ruiz y Albores Gleason, están cimentadas en un personaje siniestro para la vida política en Chiapas que tiene nombre y apellido: Juan Sabines Guerrero; puesto que el primero ha manifestado una actitud crítica y mordaz contra el ex gobernador, desde la curul que ocupa en el congreso y que se puede comprobar en la declaración en tribuna que hizo el 4 de diciembre del 2012, en la que textualmente expresa “deja un Chiapas en la pobreza, Pablo Salazar lo deja en la pobreza y Juan lo deja en la miseria y con una deuda criminal de pagarlos en más de 20 o 30 años, quedan los chiapanecos sin trabajo, sin nada, con proyectos fracasados como el biodiesel en donde es uno de los fracasos más grandes que ha tenido Chiapas lo mismo que las ciudades rurales, lo digo porque nadie se atreve y nadie tiene valor”; el segundo ha mostrado una obediencia servil y lacaya en las reuniones que ha sostenido en Acapulco con éste, con la finalidad de obtener lo que tanto anhela: la gubernatura del estado de Chiapas.
Con su renuncia, el también líder campesino demuestra su congruencia política entre el decir y el hacer ya que prefiere ceder su cargo y no traicionar a su partido, a ser partícipe de acuerdos entre diputados que el mismo Sabines dejó incrustados en diversos partidos políticos que conforman el actual poder legislativo y que desean pagar las facturas políticas soslayando el latrocinio perpetrado a las arcas del Estado.
Jesús Alejo, es de esos personajes que no pertenecen a esa fauna política que van tras el dinero, ven por sus intereses personales, lambisconean, se arrastran y traicionan para obtener lo que desean en detrimento del bienestar del pueblo; y con este acto lo refrenda una vez más, aunado a que es el único diputado de la actual legislatura que dona su salario mes a mes a los sectores más necesitados de Chiapas.
Aunque la opinión de algunos periodistas sea que es un político de bajo perfil, la realidad es que es de los pocos políticos que apoya a la gente y a veces hasta con su propio dinero, lo cual ningún político, que se digne de serlo, hace y eso en ningún medio de comunicación se difunde; basta con darse una vuelta al congreso para observar que su oficina es una de las más saturadas a diferencia del resto de los diputados que son un tamo frente a la figura de Jesús Orantes; entonces ¿cómo puede ser un político de bajo perfil si es necesitado constantemente por el pueblo?
En contraste, Roberto Albores Gleason simboliza el oportunismo, la traición, el entreguismo y la manipulación; y eso se ha garantizado al ser el orquestador junto a su padre Roberto Albores Guillén de derrotas en el pasado contra el mismo PRI. Es, en palabras de otro priista, el diputado federal Willy Ochoa, “hijo del traidor más grande en la historia del PRI en Chiapas, el ex gobernador Roberto Albores Guillén, quien después del proceso electoral de 2006 fue expulsado de las filas del PRI por apoyar la campaña del candidato opositor a nuestro partido”.
Gracias a esas traiciones, el “junior metrosexual” fue premiado por Juan Sabines con las Secretarías de Economia y de Turismo y con la dirigencia del PRI estatal, que mantiene en la inoperancia política, y que se puede comprobar en cualquier municipio del estado que varios comités municipales están prácticamente cerrados, sin personal trabajando, sin activismo político, lo cual significara el desastre de este partido en futuras elecciones. Sin embargo, el agua ya le comienza llegar al cuello a Albores puesto que sumado al problema con el diputado local Orantes, se encuentra la inconformidad del diputado federal Willy Ochoa y de connotados priístas que harán todo lo necesario para destituirlo como líder del PRI estatal y de ser posible que no llegue a gobernador del estado.
No se sabe a ciencia cierta qué pasará en el escenario político futuro, pero lo que sí se sabe categóricamente es que Albores Gleason se ganó de enemigo a un personaje político poderoso, con un gran arrastre de masas campesinas, como lo es Jesús Alejo Orantes Ruiz.

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